Programa VII | Temporada 2 OFBRV

Programa VII | Temporada 2 OFBRV
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ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOCA DEL RÍO-VERACRUZ

JORGE MESTER

Director artístico

2ª. Temporada 2023

Viernes 8 de diciembre, 20:00 horas

Foro Boca

 

PROGRAMA

 

WOLFGANG A. MOZART           Sinfonía No. 29 en la mayor, K. 201

-Allegro moderato

-Andante

-Menuetto; Allegretto (Trío)

-Allegro con spirito

Duración aproximada: 25 minutos

 

INTERMEDIO

 

LUDWIG VAN BEETHOVEN      Sinfonía No. 9 en re menor, Op. 125

                                                           -Allegro ma non troppo, un poco maestoso

                                                           -Scherzo; molto vivace

                                                           -Adagio molto e cantabile

                                                           -Finale: Allegro assai; Vivace; Andante; Maestoso

 

Duración aproximada: 67 minutos

Solistas:

TANIA SOLÍS, soprano

HARUMI CASTRO, mezzosoprano

NAHÚM SÁENZ, tenor

MARIANO FERNÁNDEZ, barítono

 

LOS ANGELES DAIKU CHORUS, PASADENA CHORUS,

CAMERATA CORAL DE LA UV, CORO VOCES DEL MAR

 

JORGE MESTER

Director artístico

 

JORGE MESTER

Director Artístico de la Orquesta Filarmónica de Boca del Río

El maestro mexicano Jorge Mester es reconocido internacionalmente como un director de primer nivel, respetado por la excelencia y prominencia que aporta a toda organización que dirige. En julio de 2006, fue invitado a regresar como Director Musical de la Orquesta de Louisville, cargo que ocupó con anterioridad durante doce años (1967-1979). Ha sido Director Musical de la Sinfónica de Pasadena durante veinticinco años (1985-2010) y Director Musical de la Filarmónica de Naples (2004-2012).

Mester es también Director Laureado del prestigioso Festival de Música de Aspen, que encabezó como Director Musical durante veintiún años a partir de 1970-1991. Como académico, se desempeñó como director del Departamento de Dirección de la Juilliard School, en Nueva York, durante la década de 1980.

Fue Director Titular de la Orquesta Sinfónica de West Australia, en Perth, y Director Principal invitado tanto de la Adelaide Symphony como de la St. Paul Chamber Orchestra. Fue Director Artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México entre 1998 y 2002. Anteriormente, como Director Musical impuso su sello único en el Festival Casals de Puerto Rico.

Como director invitado se ha presentado al frente de la Boston Symphony Orchestra, Philadelphia Orchestra, Royal Philharmonic Orchestra de Londres, New York City Opera, Orquesta Sinfónica de Ciudad del Cabo, Orquesta de Cámara de Lausana (Suiza), Ópera de Sídney, Festival de Spoleto y la Washington Opera, por mencionar solo algunas.

En 1985 recibió el prestigioso Premio Ditson de dirección orquestal, que otorga la Universidad de Columbia por el impulso a la música americana. Otros ganadores de los premios Ditson incluyen a Leonard Bernstein, Eugene Ormandy y Leopold Stokowski.

Ha sido profesor de varias generaciones de directores, incluyendo a James Conlon, Dennis Russell Davies, Andreas Delfs, JoAnn Falletta y John Nelson. Además, ha impulsado desde el inicio de sus carreras a artistas que hoy cuentan con un sólido prestigio internacional como Midori, Renée Fleming, Nadja Salerno-Sonnenberg, Cho-Liang Lin y Robert McDuffie.

Como reconocimiento a su elogiable labor y notable trayectoria, se ha asignado su nombre a la Sala Principal del Foro Boca.

 

TANIA SOLÍS

Soprano

Soprano coloratura mexicana, recientemente galardonada con el Premio del Público en el Concurso Nacional de Canto “Carlo Morelli”, además de adjudicarse el tercer lugar en dicho certamen, a Tania Solís se le ha descrito como “una de las cantantes más relevantes de su generación, poseedora de un timbre vocal auténtico, natural, distintivo y bello”.

Realizó sus estudios de canto en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, bajo la supervisión de la soprano Socorro Perfecto y continuó su formación en diversos talleres y cursos alrededor del país, donde complementó su trabajo con talleres y laboratorios de actuación. Todo ello se la dotado de una preparación y físico-vocal de primer

nivel. Ha trabajado con destacados maestros como Armando Mora, Carlos Aransay, Emilio Pons, Alejandra Sandoval, Alejandro Araiza, Guillermo Armada, Sergio Vázquez y Andrés Sarre, entre otros.

Algunos de los premios y reconocimientos que ha recibido son: Segundo lugar en el Cuarto Concurso Internacional de Canto “Linus Lerner” 2019; Revelación Juvenil y Premio Freddy Fox –Escuela de Música– Universidad de Arizona en el Tercer Concurso Internacional de Canto “Linus Lerner” 2018. Su talento y consistente desempeño le ha valido ser miembro del Estudio de Ópera de Bellas Artes y a presentarse como solista con orquestas como la Sinfónica Nacional de México, Sinfónica Juvenil “Eduardo Mata”, Sinfónica de Xalapa, Sinaloa de las Artes y de Cámara de Bellas Artes, entre otras.

Actualmente forma parte de Solistas Ensamble de Bellas Artes

 

HARUMI CASTRO

Mezzosoprano

Originaria de la ciudad de Orizaba, Veracruz, es egresada de la carrera de Canto con especialidad en Lied y Oratorio por la Universität für Musik und Darstellende Kunst Graz, en Austria.

Inicia sus estudios de Maestría en interpretación de Lied y Oratorio en la misma universidad; ha cantado como solista en diferentes producciones y recintos nacionales e internacionales, entre los que se cuentan la Musikverein Stefaniensaal de Graz, Austria; Kasematten, Austria; Grazer Opera House, Austria; Palacio de Bellas Artes de México, Teatro del Estado en Xalapa y Foro Boca de Boca del Río, Veracruz, entre otros.

Semifinalista en el concurso internacional de canto “Meister singer Competition” en la ciudad de Graz, Austria y ganadora del premio a la mejor interpretación en el XXXVI Concurso Nacional de Canto “Carlo Morelli”. Ha tomado clases Magistrales de interpretación con: Brigitte Fassbaender, Javier Camarena, Gabrielle Lechner, Linda Watson, entre otros. Actualmente es integrante del Coro de la Universidad Veracruzana.

 

NAHÚM SÁENZ

Tenor

Originario de Chihuahua, México, Nahúm Sáenz es uno de los más activos jóvenes tenores nacionales en la escena operística. Inició estudios de canto y piano como becario en el Conservatorio de Música de Chihuahua, como becario en el Conservatorio de Música de Chihuahua. Forma parte de la segunda generación de cantantes egresados ??del Taller de Ópera de Sinaloa que dirige el barítono puertorriqueño Carlos Serrano.

Desde su debut en el Palacio de Bellas Artes, en 2015, Nahúm ha desarrollado una importante carrera en la escena lírica. Finalista del Houston Grand Opera Studio, es invitado recurrente en los teatros y festivales más importantes de su país.

En su repertorio se encuentran obras de lied, oratorio, chanson y roles operísticos como Don Ottavio para “Don Giovanni” de Mozart, Alfredo en “La Traviata” de Verdi, Il Conte Almaviva para “El barbero de Sevilla” de Rossini, Don Ramiro en “Cenerentola” de Rossini, Tamino para “La flauta mágica” de Mozart, Nemorino en “El elíxir de amor” de Donizetti y Rodolfo para “La Bohème” de Puccini, entre otros. Además, ha cantado con algunas de las orquestas más importantes de México, como la del Palacio de Bellas Artes, Sinaloa de las Artes, Filarmónica de Chihuahua, Sinfónica Nacional de México, de Cámara de Bellas Artes y Sinfónica de Xalapa.

 

MARIANO FERNÁNDEZ

Barítono

Su formación musical comienza en el Instituto Universitario de Bellas Artes Universidad de Colima; becado por el rector de la Universidad de Colima para continuar sus estudios en la Ciudad de México.

Es egresado de la Escuela de Música Vida y Movimiento, del Centro Cultural Ollín Yolitztli con licenciatura. Egresado del taller de perfeccionamiento operístico SIVAM (Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano). Su talento lo ha hecho merecedor de diversas becas en diferentes talleres y diplomados, como el Festival Internationale OpernWerkstatt 2015, Suiza; Institute of BelCanto San Miguel Allende, en Guanajuato; 2015 y 2016.

 

PASADENA CHORALE

Fundado por Jeffrey Bernstein en 2009, Pasadena Chorale es una organización comunitaria que presenta conciertos corales y programas educativos asequibles de alta calidad para la comunidad de Pasadena. Durante sus doce años de servicio, la Coral ha ofrecido más de cien presentaciones y ha disfrutado de colaboraciones con Pasadena Playhouse, MUSE/IQUE, la Filarmónica de Los Ángeles, la Orquesta de Cámara de Los Ángeles y Gamble House. En 2017, el Pasadena Chorale obtuvo el segundo lugar en el Premio Americano de Interpretación Coral.

            Pasadena Chorale también ofrece un sólido programa educativo sin costo para los estudiantes participantes. Cada año, a través de su proyecto único “Listening to the Future”, la Chorale empareja a compositores de escuelas secundarias locales con un mentor compositor profesional durante un año de estudio. Al final del año, la Coral presenta un concierto de la música compuesta por estos estudiantes. Se enorgullece de recibir el apoyo de la Comisión de Artes del Condado de Los Ángeles, la Fundación Comunitaria de Pasadena y la Ciudad de Pasadena. Todos los conciertos regulares de PMC se ofrecen sobre la base de “Escuchar primero, luego dar”, asegurando que todos puedan asistir y fomentando el apoyo generoso de aquellos que puedan.

 

LOS ANGELES DAIKU

En Japón, la palabra “Daiku” se refiere únicamente a la Sinfonía 9 de Beethoven. La tradición de cantar la Novena es enorme en Japón, porque es allí donde se escuchó la obra por primera vez en Asia, y en circunstancias verdaderamente extraordinarias. En 1918, los prisioneros de guerra alemanes retenidos en China y trasladados a la pequeña ciudad japonesa de Naruto, montaron una rústica actuación de la misma para mantener el ánimo en alto. Instantáneamente se incendió entre los guardias y la gente del pueblo y se extendió por todo el país.

            Hoy en día, la Novena se presenta cientos de veces al año no sólo en Naruto, para conmemorar el debut japonés de la Novena, sino a menudo en estadios con coros masivos de 5 mil hasta 10 mil cantantes. En 2009, se fundó L.A. Daiku para llevar esta tradición a los Estados Unidos. “Nuestro objetivo es construir un puente de amistad musical entre Estados Unidos y Japón”, indica Jeffrey Bernstein, quien en 2013 se convirtió en el primer estadounidense en dirigir el concierto de Naruto con 800 artistas en el escenario. “La música de Beethoven, con su hermoso mensaje de hermandad para todos los pueblos, es la pieza perfecta para expresar la amistad musical internacional”.

            L.A. Daiku es un grupo adscrito a la Asociación Japonesa de Sociedades Corales Daiku en 2014. L.A. Daiku funciona como organización sin fines de lucro, sus ensayos son todos los sábados por la mañana, y su concierto anual se llevó a efecto recientemente en Altadena, California. Su conformación y trabajo está inspirado en las palabras de Schiller que Beethoven hizo famosas en su Novena sinfonía: “Todos los hombres serán hermanos”, por lo que todo ciudadano está invitado a unirse.

 

JEFFREY BERNSTEIN

Director de LA Daiku y Pasadena Chorale

Conocido por su capacidad para inspirar tanto a músicos como al público, Jeffrey Bernstein es uno de los directores corales más destacados del sur de California. Es director artístico y ejecutivo fundador del Pasadena Chorale y director artístico de Los Angeles Daiku. Formado en Harvard, Yale y UCLA, Bernstein fue Director de Música Coral en Occidental College en Los Ángeles durante once años, antes de fundar Pasadena Chorale.

            Ha dirigido coros en catorce giras por cuatro continentes y ha viajado extensamente como director invitado, dirigiendo coros y orquestas en Europa, Japón y todo Estados Unidos. Entre sus aspectos más destacados se incluyen la dirección de la Orquesta de Cámara de Los Ángeles en “La vida de Mozart”, un concierto que creó para jóvenes, convirtiéndose en el primer estadounidense en dirigir el concierto anual de la Novena Sinfonía de Beethoven en Naruto, Japón, la ciudad donde se escuchó la obra por primera vez en Asia. y dirigiendo a más de 300 artistas en un programa exclusivamente de Beethoven en el Walt Disney Concert Hall.

            Compositor activo, recibió el segundo lugar en el Premio Americano de Composición Coral por el Salmo 23 del siglo XXI y una mención de honor por “El viaje humano”. Su poema sinfónico “Sueños de Japón”, compuesto para la Sinfónica de Tokushima, fue estrenado por esa orquesta y posteriormente interpretado en Los Ángeles. El Réquiem de Fukushima, compuesto en respuesta al desastre del tsunami de Tohoku, se ha representado varias veces en Estados Unidos y Japón. Bernstein ha compuesto y estrenado docenas de otras obras de concierto, incluidas piezas para orquesta, obras coral-orquestales, canciones para solistas, música de cámara y más de treinta obras para coro. Ha lanzado cuatro álbumes de música de piano improvisada: “PianoJournals”, “Clear Mind Calm Water”, “The Desert House” y “Pianoasis”. Es el compositor del programa de PBSKids “Let's Go Luna”, protagonizado por Judy Greer.

            Bernstein, educador comprometido y defensor de los niños, enseña en la Escuela Waldorf de Pasadena y tiene su hogar en Altadena, California.

 

CAMERARATA CORAL DE LA FACULTAD DE MÚSICA UV

Creada bajo el impulso del académico Eugenio Sleziak, en 1994, se convirtió de inmediato en una de las agrupaciones corales más relevantes del estado y del país, y una de sus participaciones primeras fue con la Sinfónica de Minería para el “Réquiem”, cantó en 1997 los “Gurrelieder” de Schoenberg en Xalapa y el Palacio de Bellas Artes, y en año 2000 fue invitada a participar en el Festival Internacional de Coros “San Juan Coral 2000”, en Argentina.

            Ha tomado parte en festivales como “Kwira” de Chihuahua, “América Cantat” de La Habana y “Venezia in música 2012”, en Italia. Ha cantado ópera con la Sinfónica de Xalapa y Beethoven con la Filarmónica de Boca del Río. Durante el 2018 realizó conciertos sinfónico-corales en colaboración con la Sinfónica de Xalapa y el Coro de la Universidad Veracruzana para el Stabat Mater de Rossini.

            Su repertorio se ha nutrido con obras procedentes de los más diversos estilos y períodos; actualmente se encuentra sobre la serie de actividades que conmemoran su trigésimo aniversario. Desde septiembre de 2017, el maestro Noel Josafat García Melo encabeza su dirección artística.

 

NOEL JOSAFAT GARCÍA MELO

Director de la Camerata Coral UV

Egresado de la Universidad Veracruzana, es director coral, pianista y educador musical. En 2013 cursó la Maestría en Dirección Coral graduándose con Mención Honorífica y ha estudiado dirección coral bajo la guía de maestros como Werner Pfaff, Josep Prats Lladó, Sergio Cárdenas, Jorge Medina, Eugenio Sleziak, Leo Kraemer, Fernando Ávila, Jorma Panula, Víctor Alarcón, Gerald King, Leonardo Gasparini y Frank Eychaner, entre otros. Fue director artístico del Coro de la Universidad Veracruzana (2018-2022). Actualmente, además de su labor al frente de la Camerata Coral, imparte el Seminario en Dirección Coral en el Posgrado en Música.

            En marzo de 2023, es nombrado director de la Escuela Libre de Música del IVEC y en agosto del mismo año es designado como director del Coro de la Orquesta Típica de la Ciudad de México. En 2006 creó el Coro Altus. Ha fungido como colaborador y director de agrupaciones corales en los festivales “José María Bravo Márquez” de Medellín, Colombia; América Cantat V en La Habana, Cuba; “Tlaxcala Canta” de 2012 a 2021; “Jalisco Canta”, Coros de Yucatán, Cumbre Tajín, San Luis Potosí, Coral Universitario y Esperanza Azteca Puebla, entre otros. Aunado a lo anterior, formó parte del jurado para el Premio Nacional de Artes y literatura 2021, organizado por la Secretaria de Cultura. Al frente de las agrupaciones que ha encabezado, obtuvo importantes reconocimientos.

 

CORO VOCES DEL MAR

El Coro Voces del Mar se inicia en respuesta al proyecto nacional “México Cultura para la Armonía”, convocado por el Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría Cultural. Actualmente es un Coro de Selección Comunitario en Movimiento, agrupación coral sin fines de lucro para niñas y niños de 12 años hasta jóvenes de 17 años. Pertenece al Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias del Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura que trabaja en colaboración con el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC).

            Desde julio de 2016, 28 niños y jóvenes de Veracruz-Puerto se integraron como agrupación coral cuya sede es el Centro Veracruzano de las Artes “Hugo Argüelles” (CEVART). Desde sus inicios, el principal objetivo de la agrupación es promover la actividad musical en el Estado de Veracruz mediante la actividad coral, fortaleciendo el aprendizaje y la formación integral de los niños y jóvenes veracruzanos. Voces del Mar presenta un repertorio que abarcan temáticas de impacto como la diversidad, la identidad y el cuidado del medio ambiente, con la finalidad de crear consciencia de éstas problemáticas y generar un impacto social positivo en la sociedad.

            Se han presentado en diversos escenarios de la ciudad de Veracruz como el Foro Boca, Teatro de la Reforma IVEC, Teatro Francisco J. Clavijero, el Centro Veracruzano de las Artes, y en diferentes locaciones dentro del Estado a través de las distintas ediciones de los Encuentros Estatales y giras organizadas por el Instituto Veracruzano de la Cultura. Fuera del Estado se han presentado en el Festival Internacional de Coros “Tlaxcala Canta” 2018, y en los magnos conciertos organizados por el SNFM “Tengo Un Sueño” 2019, 2021, 2022 y 2023.

            Actualmente está conformado por 36 niños y niñas del Puerto de Veracruz y sus alrededores, recibiendo clases de Lenguaje Musical con el maestro Julio Morales, Entrenamiento Vocal con la maestra Ana María Alatorre y Expresión Corporal con la maestra Carmen Margarita Del Valle Plascencia.

 

ANA MARÍA ALATORRE CARRASCO

Directora de Voces del Mar

Licenciada en Educación Musical, cuenta con amplia experiencia por su labor en diversas instituciones, desde Maestra de Música en área lactante, maternal y preescolar hasta coros de considerables dimensiones y notables alcances artísticos.

            Ha participado en actividades artísticas promovidas por el Instituto Realia, Sistema Nacional de Fomento Musical y el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), además de colaborar con los coros del Conservatorio del Estado de Puebla, Altus, Camerata de la Facultad de Música de la UV, del Instituto Superior Música del Estado de Veracruz y Vox Acappella Band. Ha tomado parte activa en festivales de Tlaxcala, Yucatán, Jalisco, Estado de México, Ecuador, Tijuana/ San Diego, Argentina, Cuba, Alemania y Estados Unidos.

 

Notas al programa

 

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791)

Sinfonía No. 29

Dos años fueron particularmente fructíferos en la producción artística de Mozart. Se calcula que entre 1772 y 1774 generó aproximadamente un tercio de su producción sinfónica, y de aquel período data la obra que nos ocupa. La Sinfonía 29 fue completada el 6 de abril de 1774 y establece, al lado de la 25, como una de las primeras partituras sinfónicas que le aportaron celebridad en vida.

            En esta obra encontramos un rasgo sumamente personal en el tratamiento casi camerístico, combinado con un impulso ardiente que prefiguró desde entonces las formas que habrían de ser cultivadas por los compositores del período Romántico. La instrumentación se reduce a solo dos oboes, dos cornos y cuerdas; una economía de medios que en nada limita la exposición de ideas y su desarrollo creativo. Como muestra del estilo galante que imperaba en la época, la escritura se muestra fiel al modelo clásico vienés, con aquel encanto propio de las creaciones concebidas específicamente para entretener y deleitar.

Sabemos que el compositor, que contaba con 18 años de edad, regresaba a Salzburgo de un viaje a Viena en compañía de su padre. El propósito aparente de aquella incursión fue visitar a un conocido de la familia, el doctor Antón Mesmer, quien manifestaba su admiración hacia el joven maestro, aunque algunos biógrafos aseguran que en ello estaba implícita la idea de encontrar un patrono que ofreciese a Wolfgang Amadeus las condiciones propicias para establecerse en la ciudad. No se consiguió este objetivo, aunque la estancia permitió al joven conocer nuevos e interesantes estilos de escritura, así como las últimas sinfonías “Sturm und Drang” de su admirado Franz Joseph Haydn, cuya influencia se muestra hacia el Finale de esta obra.

La Sinfonía 29 inicia con un enunciado de las cuerdas, a las que pronto se unen oboes y cornos. Un segundo tema estará marcado por un trino recurrente. El segundo movimiento es una amable serenata para violines con sordina, en una delicada textura que se antoja más cercana a un cuarteto de cuerdas que a una obra para orquesta. El tercer movimiento abre con un gentil tema que pronto deriva en ritmos punteados y fortes repentinos. El final es elegante y armónicamente rico, al estilo de los finales “da caccia” propios de Haydn.

 

LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827)

Sinfonía No. 9, “Coral”

La Novena sinfonía de Beethoven resulta un caso sumamente especial en el catálogo del compositor. Su proceso de escritura fue difícil y tortuoso, de lo cual es significativo el hecho de que exista un espacio de doce largos años entre la Octava y la Novena. Aquella fue terminada en 1812 y la Novena en 1824.

En el año de 1817, la Sociedad Filarmónica Real de Londres realizó un encargo al maestro, para lo cual éste decidió comenzar a trabajar sobre algunos apuntes que databan de 1811 y en los cuales ya se advierte un sustento tonal en re menor. En 1818, mientras trabajaba sobre su Missa Solemnis, Beethoven tenía en mente dar forma a otras dos sinfonías, una de ellas con un final coral y otra de conclusión puramente instrumental. Pero en 1822, al completar la Missa, la sociedad londinense le recordó el encargo de cinco años atrás y el músico se vio en el compromiso de satisfacer la petición considerando la posibilidad de concretar la sinfonía instrumental.

Un final sinfónico cantado en alemán, además de inusual para la época, seguramente carecería de sentido para el público inglés. Pero los bocetos que había preparado para el final instrumental ya habían sido utilizados en el último movimiento del Cuarteto en la menor, opus 132, de modo que no quedaba de otra: había qué emplear el material pensado para la sinfonía vocal. En esos días volvió a la mente un antiguo proyecto, ideado desde el lejano año de 1793 y que consistía en llevar a la música el texto “An die Freude”, de Friedrich Schiller (1759-1805). Durante muchos años esta idea regresaba a la mente del compositor, sin encontrar éste el esquema de adecuada monumentalidad para incrustar el texto.

En 1823, la que sería su Novena sinfonía ya mostraba los caracteres de grandiosidad y magnificencia, de modo que Beethoven le consideró el marco adecuado para la oda de Schiller. Vino entonces la tarea de encontrar una solución satisfactoria al problema que representaba la transición de los tres fragmentos orquestales anteriores hacia un cuarto cantado con solistas y coro mixto. Luego de varios intentos nada satisfactorios, Beethoven optó por un procedimiento de carácter tan personal como insólito. De este modo, el inicio del cuarto movimiento, con sus citas a temas de los movimientos precedentes mediante la voz de violonchelos y contrabajos, se convirtió en el recitativo orquestal más sorprendente hasta entonces escrito. Después de esto, un murmullo en las cuerdas graves esboza el tema que acompañará las frases de Schiller para hacerlo pasar paulatinamente a la totalidad de la orquesta, en un ámbito de jubiloso entusiasmo. Es entonces cuando se da la primera intervención vocal, asignado al barítono.

 

La sorprendente forma

Pero las proporciones majestuosas de la Novena sinfonía no se dan sólo en el cuarto movimiento. El inicio mismo es tan sorprendente que se erigió como modelo que siguieron compositores posteriores a él y a lo largo de casi un siglo. Se trata de un principio en forma de tremolo, misterioso e indefinido, en que el tema no se presenta de inmediato, sino que tarda en cobrar forma.

El Scherzo, por su parte, pasó aquí a ser el segundo movimiento en lugar del tercero. Inicia con cuatro compases dialogados entre cuerdas y timbales, y se desarrolla en forma de fuga a cinco voces a la manera de un ensayo sobre una sola figura rítmica, con irrupciones esporádicas de un rústico Trío en tonalidad mayor y un segundo motivo en tonalidad de fa. El tercer tiempo es, básicamente, una larga y tranquila melodía cuyas variaciones alternan con una melodía complementaria. Todo ello prepara la irrupción del cuarto movimiento, el que contiene la “Oda a la alegría”.

Hacia el fragmento final, una vez que la orquesta en pleno ha presenta la sencilla y conmovedora melodía del tema principal, que aquí desemboca en una fuga de formidable complejidad, el barítono se enfrenta al aparente desorden sonoro con las palabras Amigos, estos sonidos no. Entonemos algo más agradable y lleno de alegría. Luego entona el tema principal seguido por el coro y los otros tres solistas. Sigue el vivace en forma de marcha, sobre la que canta el tenor antes de la irrupción de otra agitada fuga en que predomina el tema enunciado por el tenor. Cuando se interrumpe este pasaje de vorágine, el coro irrumpe ahora con el tema principal apoyado por rápidas figuras enunciadas por las cuerdas. Viene después el Andante maestoso, con participación de tenores y barítonos en el coro acompañados por los trombones. Los solistas y el coro alternan cantando un tema nuevo; después de unos momentos en que los solistas abordan una compleja sección, todos se dejan arrastrar por un arrollador y jubiloso final.

Las crónicas de la época registran que el éxito en aquella noche del 7 de mayo de 1823 rebasó las expectativas generadas. Beethoven, quien con todo y su sordera absoluta dirigió el estreno de su sinfonía, no pudo percatarse de las salvas de aplausos que el público dedicaba a los intérpretes. Entonces la soprano Caroline Unger le tomó de la mano y le hizo voltear hacia un público que aplaudía con intensidad y entusiasmo pocas veces registrados.

Desde luego que una obra con tantos elementos novedosos no pasaría inadvertida para los críticos de la época, y fue precisamente la parte coral lo más criticado. Durante los ensayos trascendió la inconformidad de algunos cantantes del coro, que se quejaban desde las notas agudas que el autor exigía hasta la forma por completo atípica de escritura vocal, en que las demandas son tan difíciles que algunos consideraron esta parte imposible de cantar.

La explicación simple podría encontrarse en la sordera de Beethoven, pero el asunto es más complejo de lo que pueda suponerse. Hacia la época de nuestro músico, la producción para grupos vocales se apegaba a modelos superados ampliamente por el nivel alcanzado en la escritura instrumental, de modo que cuando Beethoven intentó generar música cantada para ajustarla a sus enormes esquemas sonoros, el resultado fue una creatividad que en muchos momentos rebasaba las posibilidades normales de la voz humana. Aún ahora con las modernas técnicas de enseñanza y práctica, la Novena sinfonía se mantiene dentro del repertorio propio de coros con amplias posibilidades artísticas, y las dificultades que presenta terminan contribuyendo a la atmósfera de paroxismo que Beethoven desencadena hacia el final de su obra.

 

El legado

Hoy nadie se atreve a criticar esta sinfonía y a su belleza solo puede reprocharse la adaptabilidad para fines comercialistas nada acordes con los anhelos enunciados en la “Oda a la alegría”. Con esta obra, Beethoven tendió un enorme puente por el que habría de cruzar la totalidad del Romanticismo decimonónico. Muchos de los procedimientos puestos en práctica por Wagner en sus óperas se derivan directamente de esta obra, y la totalidad de las creaciones de grandes sinfonistas como Bruckner y Mahler es descendencia directa de la Novena. Todo esto, sin tomar en cuenta que algunos estudiosos apuntan hacia la misma Novena en su búsqueda del punto de partida para la riqueza sonora que terminaría por desarticular la tradición de la tonalidad central, lo que abriría todo un mundo de posibilidades a autores como Scriabin, Schönberg, Stravinsky, Berg y tantos más.

La Novena inició el capítulo más importante en la historia de la música, al convertir a la orquesta sinfónica en el medio más adecuado para la expresión de las grandes ideas. Beethoven se convirtió con ello, y evidentemente sin proponérselo, en un verdadero profeta.

 

Jorge Vázquez Pacheco.